Como ya sabemos El Comercio es el encargado de darle certificados de democracia o dictadura a los gobiernos del mundo. En su rol de cuidadoso guardián mundial de la democracia anda reclamándole a Verónika Mendoza y al Movimiento Nuevo Perú que declaren al gobierno venezolana una satrapía que debe irse al infierno eterno. 

Ya Verónika dijo que consideraba al gobierno de Maduro una dictadura y Alberto Quintanilla el vocero de la bancada del MNP también. Y entonces el nunca satisfecho Comercio reclama que Dammert no lo ha dicho y apoya a Maduro.

El celoso guardián de la democracia mundial quiere que Dammert también diga que Maduro es un dictador, y que lo diga también Indira Huilca, y Marisa Glave y medio mundo que milite en el MNP.

En primer lugar habría que decirle a El Comercio ¿quién lo nombró guardián de la democracia mundial?¿quién lo designó para que entregue las calificaciones democráticas a quien se le ocurra? Tiene que ubicarse El Comercio. El viejo diario defiende a muerte la Constitución del dictador Fujimori y ha defendido a muerte su modelo económico impuesto por la fuerza. El diario de marras ha sido parte de la corte de la CONFIEP que presionó para que se burle la voluntad ciudadana expresada y Ollanta cambie su programa luego del triunfo del 2011; El Comercio está ligado al escándalo Odebretch que corroe nuestra secuestrada democracia.

Pero no es sólo a nivel local que falla el vigilante de la democracia mundial. Nunca se ha atrevido a acusar al gobierno norteamericano cuando invade países a sangre y fuego para quedarse con sus recursos. ¿O le parece democrático al viejo diario que los Estados Unidos invadan y destruyan un país, asesinen a sus dirigentes, sobre la base de mentiras como que hay armas químicas? ¿Le parece democrático al diario de los Miro Quesada que la Europa de la Merckel secunde a los Estados Unidos en estas masacres?

¿Le parece democrático al diario El Comercio que el modelo que defiende sea la cobertura para robar las arcas estatales en nuestro país? ¿le parece democrático que sus amigotes de la CONFIEP intervengan con dinero de dudosa procedencia en las campañas electorales para decidir quien gobierna por encima de la voluntad ciudadana?

Seguro que eso sí le parece democrático, para El Comercio, ese es su modelo de democracia y entonces muere si ve eso en peligro. Y se desespera, y asume su rol de gran catón entregando credenciales democráticas a sus semejantes y viendo dictaduras cuando hay gobiernos que no encajan con sus intereses.

Una observación final, como si el Perú fuera un ejemplo de democracia con sus presidentes que ya son carne de presidio como se suele decir, con sus congresistas corrompidos hasta la médula, El Comercio quiere llevarnos a Venezuela. Como si el régimen que defiende, que anda de tumbo en tumbo, fuera un ejemplo internacional, nos quiere llevar a discutir sobre Venezuela; señorones de El Comercio, su régimen se pudre, se cae a pedazos, no por causa de ningún comunista, ni de ningún socialista, o algún izquierdista; su régimen se cae porque está lleno de ladrones, de delincuentes que se disfrazan de demócratas para robarle a la Nación entera, discutamos sobre eso, discutamos sobre como empresarios ligados a su diario están acusados de sobornos para conseguir obras estatales; discutamos como es que durante años los presidentes y congresistas de su régimen, le roban al país. Discutamos cómo es que su área de investigación, sospechosamente, nunca pudo oler siquiera nada de lo que se paseaba en sus narices; con tantos medios que maneja el grupo El Comercio no pudo en estos años hacer una investigación medianamente seria para lograr desnudar a estas mafias? ¿Bien raro no?

Hablemos de eso señorones de El Comercio, hablemos de eso y nos nos vayamos tan rápido a Venezuela que hay bastante tela que cortar por acá y no sigan con sus aires de vigilantes de la democracia que la verdad no les queda el disfraz.